Nada más que un sentimiento de profundo pesar debido a la desaparición física del único presidente del C.A.P que conocí en mi vida (nací en 1989). No me queda más que agradecer profundamente todo lo que hizo por mi querido club y despedirlo como se merece.
Grande Contador; el pueblo manya hoy te llora pero mañana te idolatra
¡Hasta siempre!
Publicado por Federico Mauccione Pérez Etiquetas: Recuerdos en Oro y Carbón
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